Llega el día más brillante y con más horas de luz del año. Además de todas las cosas positivas que trae consigo esta fecha, el 20 de Junio tiene asociado el color amarillo. Este color tan controvertido se asocia a la alegría, la originalidad y la inteligencia. También a las personas muy sociables, comunicativas, extrovertidas y espontáneas.
El amarillo levanta tanto partidarios como oponentes y si bien se asocia a características positivas también conlleva otras negativas, por ejemplo, la impuntualidad, la imprecisión, la precipitación, la deshonra, los celos, la envidia y la traición. Además, dependiendo de la cultura se le han ido atribuyendo diferentes significados:
Sabiduría en el islam
El símbolo del emperador en China
El color de la capa de Judas en el cristianismo
El amarillo ha tenido una larga trayectoria llena de luces y sombras a lo largo de la historia. En sus orígenes el pigmento se sacaba de la piel de cebolla, las cáscaras de granada o el azafrán, entre otros. Si bien el ocre es el tono de amarillo más antiguo, el más famoso fue el amarillo-estaño que se usó en el medievo y posteriormente por los grandes maestros del arte.
Los egipcios usaron el oropimente mineral para conseguir un amarillo más brillante, mientras que los europeos lo importaban de la India donde se elaboraba con los orines del ganado alimentado por hojas de mango, bastante tóxicas para los animales. Esta tonalidad se convirtió en una de las favoritas de los artistas europeos del siglo XVIII. Sin embargo, los gobernantes británicos prohibieron su fabricación a principios del siglo XX.
Con Goethe esta gama cromática volvió a despuntar por dos factores: uno, la afirmación de Goethe de que los objetos proyectan sombras azules cuando la luz es amarilla, algo que resultaría fundamental para entender el movimiento artístico impresionista y el otro, que causó más impacto en la sociedad de la época, fue la indumentaria del personaje de su libro “Las desventuras del joven Werther”. La mezcla de la chaqueta azul con el chaleco amarillo influyó notablemente en la moda de la época, llegándose a denominar por la historia del traje como la “moda Werther” de hecho, la combinación de estos dos colores sigue vigente a día de hoy.
Con los impresionistas y su obsesión por captar la luz (característica como ya hemos visto que se le atribuye al amarillo), las sombras dejaron de ser grisáceas. Monet dibujó las sombras de las gavillas de paja amarillas de un tono azulado, lo que supuso una ruptura con las normas establecidas de la época.
Pero no solo el propio color amarillo ha sido importante en la historia, sino también la fruta más representativa del mismo y que seguimos asociando con el buen tiempo y sobre todo con el verano: el limón.
La introducción de los cítricos como parte esencial de la dieta de los marineros para ayudar a evitar la enfermedad de Escorbuto llevó a un auge de la plantación sobre todo de limoneros. Lo que vistió aún más de amarillo los campos. La influencia de esta fruta y su color sigue muy presente en nuestros días.
Ya en el siglo XV a la bahía de Palermo se le empezó a llamar “La cuenca de oro” por la vista de los limoneros bañados al sol. Los aristócratas de esta época usaban las cáscaras de esta fruta para hacer esencias; de hecho, Dolce & Gabanna se inspiró en los limones del sur de Italia, en concreto en los de la Bahía de Palermo, para crear una fragancia cuyo tapón es una reproducción de la “Frutta di Martorana”, una delicatessen típica de la zona.
Fuentes consultadas: https://www.revistaad.es/arte/articulos/historia-colores-amarillo
Comments